25N: No podemos entregarle nuestros espacios a nadie, las mujeres saldremos a volar como los cóndores
¿Cómo le fue al género en la COP16?
Escrito Por: Catalina Oviedo Delgado1
“En el mar las mujeres pescadoras tenemos mucho tiempo para pensar. Podemos darnos cuenta cómo ha cambiado el mar, sus colores, la luna y las especies con el cambio climático. Todo eso no lo ven, ni lo conocen las personas que legislan y que toman decisiones. Sí nosotras seguimos teniendo tiempo para pensar y para utilizar y transmitir nuestro conocimiento sobre la vida a nuestras hijas, jamás desapareceremos” (Lideresa pescadora de Guatemala).
Durante 11 días, Cali, Colombia, fue el epicentro de las discusiones sobre biodiversidad a nivel mundial. Durante la COP 16 del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), se estima que hubo aproximadamente un millón de visitas a la zona verde y 170 delegados oficiales de los países parte del convenio (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2024). Esta fue, sin duda, una Conferencia de las Partes que marcó un hito en participación, al contar con dos zonas: la zona verde2 y la zona azul3. Aunque existen ciertas críticas sobre la desconexión que existió entre ambas zonas, lo cual impidió un flujo efectivo de discusiones, diálogos e incidencia entre ellas, no se puede desconocer el enorme impacto que tuvo la zona verde, no solo para la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil que por años han discutido estos temas, sino también para los negociadores y el secretariado del convenio. Estos últimos reconocieron que la zona verde representa una enorme oportunidad para que el convenio salga de los fríos auditorios donde se desarrollan las plenarias de negociación y sea apropiado por quienes deben implementarlo y ejercer veeduría: la ciudadanía.
El CDB marca un hito en los acuerdos internacionales alrededor del género gracias a la incorporación de las metas 22 y 234 en el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal y a la aprobación del plan de acción de género. Ambas herramientas le solicitan a los países presentar la actualización de sus Planes de Acción y Estrategias Nacionales para la Biodiversidad (NBSAP) con acciones e indicadores claros y decididos para la incorporación del enfoque de género que contribuya en tres objetivos: (I) Promoción de la participación de las mujeres y niñas, (II) acceso igualitario a bienes comunes naturales para mujeres y (III) enfoque de género en la repartición justa y equitativa de beneficios.
El grupo observador de mujeres del CDB, Caucus de mujeres, y diversas organizaciones que trabajan el cierre de las brecha de género de diferentes países, durante el desarrollo de la COP16 realizaron enormes esfuerzos por visibilizar a las mujeres y el importante rol que juegan en la conservación de la biodiversidad, exigiendo la garantía de participación, la construcción de indicadores desagregados por género y mecanismos de financiación con enfoque de género. El 25N queremos realizar un análisis de lo que significó la COP16 para las lideresas que se han dedicado a cuidar la vida en el planeta tierra.
Durante las negociaciones hubo un aire de preocupación por los intentos que tuvieron algunos países por difuminar el lenguaje sobre derechos humanos en el convenio, a lo que se le sumó la evidente divergencia que existe entre las partes sobre la implementación de la perspectiva de género en el marco global, aún a pesar de contar con un robusto plan de acción de género y una meta específica que compromete a las partes a hacer esfuerzos sobre el tema. Lo que se hizo aún más notorio cuando al terminar la COP no se obtuvo ningún resultado alrededor de la aprobación del indicador de cabecera para la meta 23 del marco global, lo que impedirá realizar seguimiento a la transversalización del género en los planes de acción y estrategias nacionales.
A pesar de estas divergencias las mujeres durante la COP16 se movilizaron hacia consolidar sus demandas, exigencias y generar recomendaciones a las partes que permitan avanzar rápida y decididamente en garantizar que los conocimientos de las mujeres tengan un papel protagónico en el cumplimiento de las metas del CBD. Dentro de los espacios relevantes estuvieron:
- 22 de octubre día de género un día en el que toda la agenda académica de la zona verde fue destinada al diálogo alrededor de los retos para incorporar el género en la política de biodiversidad de los diferentes países participantes, así como en los avances que han tenido las activistas mujeres y feministas en la defensa territorial.
- Foro de Mujeres en la COP16 desarrollado los días 25 y 29 de octubre en la zona Azul, liderado por el Caucus de Mujeres, el Gobierno de colombia y la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica de mujeres, este foro tuvo por objetivo promover implementación del plan de acción de género y promover enfoques con perspectiva de género en el Marco Mundial para la Diversidad Biológica (Demandas de las mujeres a la COP16 del CDB)
Todos estos espacios de diálogo nos dejaron conclusiones importantes para trazar un camino urgente hacia el cumplimiento de demandas de las mujeres que las dividiremos y analizaremos en dos grandes temas: (I) Mecanismos de financiación y monitoreo (II) Participación y violencias contra lideresas ambientales o defensoras territoriales.
El grupo observador de mujeres del CDB, Caucus de mujeres, y diversas organizaciones que trabajan el cierre de las brecha de género de diferentes países, durante el desarrollo de la COP16 realizaron enormes esfuerzos por visibilizar a las mujeres y el importante rol que juegan en la conservación de la biodiversidad, exigiendo la garantía de participación, la construcción de indicadores desagregados por género y mecanismos de financiación con enfoque de género. El 25N queremos realizar un análisis de lo que significó la COP16 para las lideresas que se han dedicado a cuidar la vida en el planeta tierra.
Durante las negociaciones hubo un aire de preocupación por los intentos que tuvieron algunos países por difuminar el lenguaje sobre derechos humanos en el convenio, a lo que se le sumó la evidente divergencia que existe entre las partes sobre la implementación de la perspectiva de género en el marco global, aún a pesar de contar con un robusto plan de acción de género y una meta específica que compromete a las partes a hacer esfuerzos sobre el tema. Lo que se hizo aún más notorio cuando al terminar la COP no se obtuvo ningún resultado alrededor de la aprobación del indicador de cabecera para la meta 23 del marco global, lo que impedirá realizar seguimiento a la transversalización del género en los planes de acción y estrategias nacionales.
A pesar de estas divergencias las mujeres durante la COP16 se movilizaron hacia consolidar sus demandas, exigencias y generar recomendaciones a las partes que permitan avanzar rápida y decididamente en garantizar que los conocimientos de las mujeres tengan un papel protagónico en el cumplimiento de las metas del CBD. Dentro de los espacios relevantes estuvieron:
- 22 de octubre día de género un día en el que toda la agenda académica de la zona verde fue destinada al diálogo alrededor de los retos para incorporar el género en la política de biodiversidad de los diferentes países participantes, así como en los avances que han tenido las activistas mujeres y feministas en la defensa territorial.
- Foro de Mujeres en la COP16 desarrollado los días 25 y 29 de octubre en la zona Azul, liderado por el Caucus de Mujeres, el Gobierno de colombia y la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica de mujeres, este foro tuvo por objetivo promover implementación del plan de acción de género y promover enfoques con perspectiva de género en el Marco Mundial para la Diversidad Biológica (Demandas de las mujeres a la COP16 del CDB)
“Para nosotras, el concepto de biodiversidad es algo integral que incluye todo aquello que tiene vida, animales, plantas, suelos, agua y también los conocimientos propios y prácticas culturales que permiten el equilibrio vital. Por eso decimos que la BIODIVERSIDAD ES EL TERRITORIO EN CONEXIÓN CON NUESTROS SISTEMAS DE CONOCIMIENTO LOCALES Y ANCESTRALES. Teniendo en cuenta esto, empezamos por hacer un llamado de ampliación de este concepto para que no sea concebido sólo desde el conocimiento científico, sino también desde lo conceptos de las comunidades y sus formas de ver y habitar el mundo, desde un auténtico diálogo de saberes” (Recomendaciones mujeres, territorio y biodiversidad oportunidades desde la región andino amazónica para la COP16)
Monitoreo, mecanismos de financiación y acceso equitativo a bienes comunes naturales con enfoque de género.
Dos temas centrales en las negociaciones que se llevaron a cabo durante la COP16, donde lastimosamente pudimos evidenciar las divergencias y poca voluntad existente de algunos países parte para avanzar desde una perspectiva de género. Actualmente no hay cifras claras sobre el financiamiento a iniciativas de mujeres o de género, se estima que en el marco de la financiación de la biodiversidad se destinan a acciones de igualdad de género aproximadamente unos 65 millones de dólares al año, una cifra insignificante frente a otros flujos financieros que superan los 7 billones de dólares al año (CBD Alliance and Global Youth Biodiversity Network, 2024). Alrededor de estas enormes brechas de financiamiento se hizo énfasis en la necesidad de generar mecanismos de financiación que tengan en el centro la discusión de género, a propósito de la truncada y acalorada discusión sobre los mecanismos de financiación y fondos en la que terminó la COP16
Durante las discusiones entre mujeres sobre financiamiento en los foros y eventos se hicieron notorias dos peticiones:
- acceso directo a financiamiento a los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales,
- No obstante ese acceso directo a fondos financieros necesita también tener un claro enfoque de género, las mujeres denunciaron que en sus estructuras organizativas también predominan prácticas patriarcales y machistas, por lo que los pocos recursos que llegan a sus comunidades para la conservación de la biodiversidad, son controlados principalmente por hombres que en pocas ocasiones tienen presente las necesidades de las mujeres, niñas y abuelas.
Poner en el centro el género en los mecanismos financieros permitirá avanzar en el reconocimiento del aporte de las mujeres en la gestión de la biodiversidad y las cargas de cuidado que han tenido históricamente.Dicho reconocimiento significa cerrar la brecha de datos sobre género y biodiversidad, que no es solo un silencio, sino que tiene serias consecuencias en la vidas de las mujeres que habitan áreas de especial importancia para la conservación de la biodiversidad.
Una deuda que mantienen las partes del Convenio de Diversidad Biológica y que lastimosamente no pudo ser saldada durante la COP16, fue la aprobación del indicador de cabecera sobre el meta 23 (Más información sobre indicador de cabecera de género), este es un indicador fundamental para hacer seguimiento al cumplimiento del plan de acción de género y a los avances que tengan las partes sobre la transversalización del enfoque. Sin embargo no es el único indicador que debe tener un enfoque de género , el indicador de cabecera para la meta 19 sobre recursos financieros también debe estar desagregada por género.
Respecto de los indicadores las posturas de las mujeres han sido claras, estos indicadores deberán evidenciar cambios culturales de la realidad social y económica de las mujeres que cuidan la biodiversidad. Por lo tanto no pueden ser indicadores meramente cuantitativos que muestren la participación de las mujeres solo en números, sino que deben tener también metodologías cualitativas que muestren cambios reales y la contribución de las mujeres en la gobernanza territorial.
Para finalizar este tema espinoso sobre financiación y monitoreo las mujeres le han recordado a los países partes y al secretario que: “NO SOMOS OTRO GRUPO VULNERABLE, SOMOS MUJERES QUE TENEMOS UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD”. También mencionan que el enfoque de género debe ser situado a la realidad territorial, en el ejercicio de la conservación sus familias y comunidades cumplen un papel fundamental para la transmisión del conocimiento sobre la biodiversidad. Hacen un llamado final frente a que los indicadores deben realmente dar cuenta de transformaciones territoriales y culturales que inciden en las estructuras patriarcales que las invisibilizan, para con ello recuperar también la armonía territorial, acabar con la jerarquización de conocimientos y poner el cuidado en el centro de las discusiones comunitarias e internacionales sobre conservación de la biodiversidad.
Participación y violencias contra lideresas ambientales o defensoras territoriales.
Las mujeres del mar sabemos lo que necesitamos, no tenemos que estar pidiendo que nos incluyan en los espacios, ni tenemos que estar rogando nuestra participación en un foro como estos. Fue notoria la frustración por parte de las mujeres frente a la participación incidente, relevante, notoria y equitativa de ellas en el CDB durante el foro de mujeres COP16, la demanda constante que ellas sean quienes tomen las decisiones, pero sobretodo que sin ellas ninguna decisión es legítima, retumbó por todos los pabellones de la zona azul. Resaltaron una vez más las enormes brechas de participación y acceso a la información que tienen las mujeres, las barreras en el idioma que tienen no solo las mujeres que solo hablan un idioma, sino sobre todo las mujeres indígenas que solo hablan su lengua de origen. “Quienes tienen el conocimiento de la biodiversidad no pueden participar en estos espacios porque aquí solo se habla en inglés, medio se traduce en español, aquí no se conoce ni una solo lengua ancestral”.
Hoy 25N queremos alarmar sobre las graves denuncias que realizaron las mujeres durante la COP16 respecto a las violencias que viven en los territorios. Actualmente las mujeres defensoras territoriales o lideresas ambientales viven una doble ola de violencias: una por su quehacer como defensoras territoriales y la segunda por ser mujeres, las violencias basadas en género, más específicamente las violencias sexuales, se han vuelto un arma de guerra para silenciar y apartar a las mujeres de sus procesos de defensa territorial y comunitarios. ¡el cuerpo de las mujeres, el territorio NO son un campo de guerra!.
Por las violencias mencionadas anteriormente, la integración de protocolos de prevención y atención de violencias basadas en género (VBG) debe ser una prioridad en los acuerdos multilaterales que buscan cuidar a las defensoras del ambiente. La meta 22 sobre el enfoque de derechos humanos del CBD dentro de sus elementos tiene la protección a defensoras/es ambientales, el artículo 8J sobre conocimiento tradicional, dentro de sus decisiones se compromete a colaborar con las naciones unidas para fortalecer los mecanismos de protección a defensoras ambientales. Ambas herramientas deben contemplar las afectaciones diferenciadas que viven las mujeres defensoras del ambiente, así como protocolos de atención y prevención VBG. Esto además debe contar con una estrategia clara de articulación con otros acuerdos multilaterales, para las defensoras ambientales de América latina es imprescindible que el acuerdo de Escazú dentro de sus mecanismos de protección contemple un enfoque diferenciado de género.